Rodrigo Grossi, que fue concejal del Ayuntamiento de Oviedo durante veinte años, diputado en la Junta General del Principado durante la pasada legislatura y presidente de la Asociación Asturleonesa de Amigos del Camino de Santiago, falleció ayer súbitamente en Laredo, precisamente cuando emprendía uno de los tramos del Camino que tanto amaba. Los restos mortales de Grossi, ovetense de 75 años, fueron trasladados al Hospital de Valdecilla. Hoy por la mañana está previsto que lleguen a Oviedo y a la una de la tarde se abrirá la capilla ardiente en el salón de plenos del Ayuntamiento. El funeral en su memoria se celebrará mañana, a la una y cuarto, en la iglesia parroquial de San Juan el Real.
La trayectoria pública de Rodrigo Grossi se remonta décadas atrás. Tras una etapa dedicada a la docencia, Grossi asumió diversas responsabilidades políticas durante el anterior régimen y llegó a ocupar la Alcaldía de Llanes. Participó en la transición y en los años ochenta se involucró en la creación de Alianza Popular, reconvertida luego en el Partido Popular. Durante ese período su carrera estuvo estrechamente ligada a la del actual alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo. Junto a él ejerció la oposición frente a Antonio Masip al ingresar en la Corporación municipal en el año 1983. Cuando De Lorenzo ganó las elecciones depositó su confianza en Grossi para diversos cometidos, y así fue pasando por distintas concejalías hasta que en el año 2003 cambió el Ayuntamiento por la Junta General del Principado. Por entonces ya era el más veterano de la Corporación, con ocho años en la oposición y doce en el gobierno. Con el paso del tiempo, Grossi fue aligerando su carga política en la misma medida que redoblaba su dedicación a la ruta jacobea, al frente de Amigos del Camino, la asociación que gestiona el albergue de peregrinos de Oviedo. Él fue el principal promotor de la colocación de una estatua dedicada al apóstol en San Lázaro, a la entrada del Camino en Oviedo, y la apertura de un parque en La Florida con ese nombre. Grossi, de apariencia discreta y carácter afable, estaba casado con María Ignacia Queipo Rodríguez y deja tres hijos, Rodrigo, Marta e Ignacio. Su primogénito, Javier, falleció hace varios años en un accidente de tráfico en Kenia, donde trabajaba como cooperante. Rodrigo Grossi afrontó aquella tragedia refugiándose en el trabajo y en la familia, y muy especialmente en el cariño de sus seis nietos: uno lleva su nombre y otro el de su hijo muerto.Gabino de Lorenzo lamentó el fallecimiento de Grossi como «una gran pérdida para Oviedo y Asturias, porque fue un hombre que destacó toda su vida por su servicio a su ciudad y a su región». «De Grossi destacaría su calidad humana. Era una persona excepcional, entrañable y, además, solidario, sobre todo con los más desfavorecidos», añadió. El Alcalde destacó también «su carácter de hombre de familia y su trabajo en favor del Camino de Santiago».Rodrigo Grossi fue uno de los concejales de la oposición en la Corporación de Antonio Masip, que ayer recordaba que era una de las personas con las que había quedado para celebrar el 25.º aniversario de su llegada a la Alcaldía de Oviedo. «Yo lo nombré delegado del Ayuntamiento en la Cátedra de Estudios del Siglo XVIII», indicó. «Grossi era un hombre que tenía curiosidad por muchas cosas y una buena persona», comentó Masip, que también mencionó su «entusiasmo por el Camino de Santiago».La consejera de Cultura del Principado, Encarnación Rodríguez Cañas, lamentó «profundamente» la muerte de Rodrigo Grossi, que formaba parte del Patronato del Museo de Bellas Artes de Asturias. La Consejera recordó a Grossi como «una persona muy educada, un demócrata que en política siempre se comportó como un caballero». Rodríguez Cañas destacó que Grossi «siempre estuvo muy preocupado por Oviedo, especialmente por la cultura, por el Museo de Bellas Artes y por el Camino de Santiago».